Desde siempre se ha sabido que todos los refrescos embotellados traen poco beneficios a nuestra salud por no decir que ninguno.
Es por ello que te ayúdanos a concientizar mas allá de cómo perjudican a nuestra vida estas bebidas y que lo mejor que podemos hacer es eliminarlos de nuestra dieta diaria y veras en unos meses una mejoría en tu condición física, en tu salud, en bajar de peso y lo mejor aun en tu economía.
1.Disminuye el metabolismo.- Una investigación, demostró que los refrescos con gas embotellados alteran el metabolismo haciendo más difícil poder quemar grasa y perder peso.
Según los investigadores, nuestro metabolismo se vuelve menos eficiente y es menos capaz de hacer frente a subidas tan fuertes de azúcar en la sangre. Se estableció creen que del azúcar, una parte de la culpa de la disminución del metabolismo la tiene el ácido fosfórico , ya que éste, disminuye parte del oxígeno del cuerpo y ralentiza todos los procesos.
2. Aumenta la deshidratación.– Nuestro cuerpo necesita estar en unos niveles de acidez adecuados para funcionar correctamente. Si consumimos bebidas carbonatadas que contienen muchos ácidos, haremos que nuestro cuerpo se desestabilice y que deba utilizar parte de su agua para eliminar esa acidez que posteriormente se elimina mediante la orina.
Además, muchas de estas bebidas contienen cafeina o algún estimulante que hace multiplicar el efecto de la deshidratación.
3.Aumenta los depósitos de grasa.- Un estudio demostró la relación entre la grasa y el sodio que contienen los refrescos. En el estudio, el grupo que consumió leche en comparación con el grupo que bebía refrescos, tenían niveles más bajos de grasa en el hígado y en los músculos.
4.Aumenta el riesgo de sufrir diabetes.- El consumo diario de 340 ml de bebidas edulcoradas estaría asociado a un mayor riesgo de desarrollar diabetes.
Cada lata de refresco (330ml) contiene entre siete y diez cucharaditas de azúcar. Imaginar lo que debe ser para el cuerpo recibir esa cantidad de azúcar tan directamente.
5.Deteriora la dentadura.- Un estudio encontró que con sólo una lata (330ml) al día aumenta el riesgo de producirse erosión dental. Mientras que con cuatro latas (1,3l) aumenta el riesgo de erosión en un 252 por ciento.
Los investigadores tomaron trozos de dientes recién extraídos y los sumergieron en 20 refrescos durante 48 horas. Por ejemplo, los que se sumergieron en cola o limonada perdieron más de un cinco por ciento de su peso. Por supuesto, el principal culpable es el ácido cítrico, incluído en la mayoría de refrescos.
Muchas de las personas que quieren perder peso, se sorprenderían si solamente dejaran de abusar de este tipo de refrescos y los cambiasen por agua.
Ocasionalmente se puede disfrutar de algún refresco, al igual que con una buena copa de vino o una cerveza bien fría. La cuestión está en saber moderar el consumo.