Para conseguir unas pompis sexys lo ideal es seguir un plan de ejercicios modeladores de 3 a 5 veces a la semana complementados con un entrenamiento corporal general o una actividad física como caminar o nadar.
Estamos de acuerdo que no sólo cuidarse en las comidas y mantenerse en movimiento es suficiente para conseguir una figura esbelta y curvilínea. Para que el cuerpo adopte la silueta ideal se necesita combinar estratégicamente hábitos nutricionales, ejercicios localizados, actividades aeróbicas y masajes musculares específicos.
Las pompis es una zona del cuerpo femenino difícil de mantener en forma, ya que sus “imperfecciones” o “deformaciones” no siempre se originan en los kilos de más.
Ejercicios para moldear las pompis
1. Acostada boca abajo con las piernas estiradas y los brazos detrás de la nuca . Elevar las pantorrillas efectuando una contracción femoral. En la mitad del recorrido detener el movimiento unos segundos para efectuar un trabajo muscular más intenso y luego completar el movimiento . Regresar lentamente a la posición inicial exhalando el aire por la nariz. Realizar 2 series de 20 a 30 repeticiones.
2. De pie sosteniendo el cuerpo con las manos sobre el respaldar de una silla para conservar el equilibrio. Mover una pierna hacia atrás flexionándola levemente y tratando de extenderla lo más posible . Regresar lentamente a la posición inicial. Repetir luego el mismo movimiento con la otra pierna. Se recomienda comenzar con movimientos cortos para luego aumentar poco a poco la elasticidad muscular. Realizar 2 series de 15 a 20 repeticiones.
3. De pie con las piernas juntas y los brazos detrás de la nuca, realizar un paso hacia adelante moviendo una pierna de manera que ambos pies queden separados entre sí. Desde esa posición llevar a cabo una flexión en las piernas adoptando una posición de «tijeras» . Regresar lentamente a la posición inicial exhalando el aire por la nariz. Realizar 2 a 3 series de 10 repeticiones.
4. En la llamada “posición banco”, los codos y antebrazos apoyados, contraer los abdominales cuidando de no quebrar la cintura. Subir una pierna de manera que el muslo quede perpendicular al piso y bajar lentamente sin que la rodilla toque el piso. El movimiento no debe ser brusco. Regresar lentamente a la posición inicial. Repetir el ejercicio con la otra pierna. Realizar 2 series de 10 a 15 repeticiones.
5. Colocar el cuerpo en la posición de “cuatro patas”, estirar una pierna llevándola firme hacia atrás, con la punta del pie extendida. Desde allí elevar unos diez centímetros sin sobrepasar la altura de la cadera y volver a la posición perpendicular. Repetir unas 20 veces con cada pierna y recordar que no se debe doblar la cintura.
6. Acostados boca arriba con los brazos a los costados y las piernas juntas flexionadas . Despegar los glúteos del piso mientras se eleva la pelvis conservando los hombros y la parte alta de la espalda apoyadas en el suelo. Luego volver lentamente a la posición inicial exhalando el aire por la nariz. Al principio no se deben forzar los movimientos, ya que la flexibilidad del ejercicio surgirá poco a poco. Realizar 2 series de 10 a 12 repeticiones.