Debemos recordar que la base de un buen aprendizaje es una buena alimentación, esto detonada un buen desempeño físico y mental. El desayuno es el primer alimento que el cuerpo necesita para poder llevar a cabo funciones vitales y un mejor rendimiento escolar.
Esta comprobado el cerebro se alimenta de glucosa para un mejor funcionamiento, y cuando no se cuenta con estos componente busca fuentes de emergencia, para crear esta glucosa a partir de una fuente externa, como en el caso del hígado, el cual puede durar temporalmente.
Para tener un lunch balanceado debe estar formado por los tres grupos básicos de alimentos: frutas y verduras, cereales y tubérculos, y productos de origen animal. Esto garantiza un buen refrigerio puede ser: Un sándwich de pechuga de pavo con verduras y agua de frutas; tal vez algo de fruta picada con queso cottage, galletas y agua natural; o un emparedado de crema de cacahuate y algún jugo natural de fruta.
Esto brindará a los niños la energía y nutrientes requeridos para realizar sin ningún problema las actividades escolares. Además de que debemos recalcar que el lunch debe contener alimentos diferentes a los del resto del día.
Nunca el lunch debe sustituir al desayuno en casa; ya que en el recreo, los niños deben tener un alimento sencillo, nutritivo y fácil de transportar que no les tome mucho tiempo para que les permita jugar y seguir con sus actividades.
Hay que tener cuidado con las cargas de calorías ya que si consume más de las requeridas, va a estar somnoliento y con una falta de energía en vez de promover su actividad. Por otro lado, a la larga, puede desarrollar sobrepeso y obesidad.
Debes tomar en cuenta a la hora de preparar un lunch:
Que si tus niños desayunan algo ligero, su lunch debe ser más completo.
Procura que los alimentos no contengan mucha grasa y que sean fáciles de digerir.
Mandar porciones pequeñas, fáciles de manejar.
Siempre debes mandar agua natural para que se mantengan hidratados
Darle variedad al lunch, así evitarás que tu hijo se aburra del mismo e incluso que llegue a tener desagrado por algún tipo de alimento.
Para ayudarlos a sentirse escuchados realizar un calendario y escucha las preferencias de lo que les gustaría en el lunch
Pregúntales siempre qué se les antoja, así podrán agendar los alimentos incluidos en el lunch. Así será más fácil y divertido su consumo, por que los niños se sentirán involucrados.
Haz más atractivo los alimentos: A lo mejor mandar una brochetita de frutas que tenga una bolita de melón, una de sandia, un pedazo de plátano y unas uvas; y por lo tanto va a sentir que es poquito y que es atractivo a la vista y es más probable que se lo coma a que si le mandamos una manzana que se la tiene que comer a mordidas.
Procura motivar el que coman todo su lunch toda la semana con algún premio el ultimo día de clases dejándolos que compren golosinas. Pero recuerda solo una vez a la semana y siempre y cuando coman bien.