El estilo Happy Chic se hizo más reconocido entre la gente gracias al diseñador de interiores Jonathan Adlere, a quien se le caracteriza por el uso marcado del color en la decoración.
La clave de este estilo consiste en ser fiel a una serie de detalles que marcan una particular unidad estética como los colores brillantes, los artículos retro, los espejos biselados y los estampados setenteros entre otras cosas.
Los principios que rigen el estilo Happy Chic son:
- Gusto por lo artesanal: los artículos decorativos de carácter étnico son bienvenidos y siempre ayudaran a darle vida a cualquier espacio.
- El minimalismo es un obstáculo: el uso de múltiples objetos, colores, texturas y elementos, es lo más apropiado para que los espacios puedan verse alegres y divertidos.
- Los elementos infantiles son adecuados: usar corazones, mariposas, animales de peluche y todos esos artículos que colocarías solamente en un cuarto infantil, dentro de este estilo pueden utilizarse en cualquier espacio.
- Los colores nunca entraran en conflicto; este estilo hace de la escala cromática una sola y considera que no hay forma de que haya un choque entre la gran variedad de tonos existentes.
Para llevar este estilo al hogar puedes comenzar cambiando tu alfombra clásica por una de colores, pintando unos jarrones de un color más llamativo, cubriendo tus sillones con algunos cojines con formas y colores infantiles. Lo más recomendable para el estilo Happy Chic es conseguir un divertido contraste entre los colores formas y estampados que tiene el hogar.
Lo más interesante de este estilo es que puede aplicarse hasta en la oficina para crear un ambiente diferente, más divertido, relajante y que te ayude pasar con el mejor ánimo el tiempo laboral. Plásmalo en pequeños detalles sobre tu escritorio como una lámpara de mesa, papelería de color con viniles en las paredes.