La danzaterapia es una técnica que ayuda a desarrollar nuestra armonía interior y a aumentar el conocimiento de nosotros mismos.
Es una danza sin reglas preestablecidas. Cada uno puede encontrar su propia expresión individual ya que siempre puede dosificar la intensidad de su danza según sus propias posibilidades interiores.
Es una técnica corporal que interrelaciona arte y ciencia (psicología) para la atención de problemas de salud y de aprendizaje en un proceso de integración psicofísica.
Esto permite el surgimiento y el posterior desarrollo de la creatividad, la expresión y la sensibilidad favoreciendo la aceptación de uno mismo y de los demás. A través del trabajo individual y/o grupal se potencia la construcción de un yo corporal más seguro.
Esta técnica promueve la actitud activa de los pacientes, transformándolos en protagonistas de su propia curación brindando herramientas para continuar y planificar sus vidas.
No hay limitaciones de edad, sexo, condición social, grado de disponibilidad del movimiento o nivel de desarrollo intelectual para las distintas personas que incursionan en este proceso.
Por medio de esta técnica se establecen la posibilidad de estructurar nuevas formas de expresión y de operación. Su función es abrir canales de comunicación para facilitar el interjuego de la persona a través de la danza, la música, el silencio, el juego, la escritura, el dibujo, la palabra, el humor y los objetos intermediarios.
Los beneficios de practicar la danzaterapia son muchas y solo mencionaremos las más importantes
· En el trabajo con niños, permite que los afectos y necesidades se manifiesten permanentemente, y, como adultos, nos sorprendemos reflejados en ellos: la necesidad de atención, aprobación, respeto, aceptación, apoyo, estímulo, el ser tenido en cuenta, el ser querido.
· Cuando los niños son tímidos o sufran algún tipo de rechazo del grupo, la experiencia con el cuerpo mediante el ritmo les permite movilizar la vía de comunicación en su interior.
· En personas que padecen rodera el método descubre el lenguaje encerrado en el cuerpo para que pueda danzar con las palabras, formas, colores y ritmo mediante su expresión.
· Personas invidentes la danzaterapia intenta despertar la dormida expresividad y ser un puente para el encuentro con su propio cuerpo, sin esa rigidez física a la que se acostumbran.
· En personas con alguna discapacidad cerebral se trata de mirar, proponer, intervenir, escuchar, leer, más allá de la cosa en sí, del ser paralítico cerebral o síndrome de Down o cualquier otra cosa, para que en la escena clínica se ponga en juego el decir y el actuar de una persona y no el de un síndrome. Entra en juego el deseo y el placer de la persona por el movimiento.
· Con alguna discapacidad física se interroga acerca de la historia singular de ese cuerpo, de su sufrimiento corporal, de su esquema corporal y de su imagen corporal intentando en la operación clínica rescatar al sujeto que en el movimiento danza se pone en escena.
· Para las personas que padecen de alguna alteración emocional ya sea melancolía o depresión es aquí donde el movimiento puede permitir el desahogo y la comunicación necesarios porque los músculos son los que contienen a las emociones.