Cuando llegamos por fin a casa con nuestro bebe recién nacido y se vayan las visitas y la familia que quieren conocer y consentir al nuevo miembro de la familia.
Por fin se quedan en casa tu pareja, el bebe y tu solos y es entonces cuando realmente comienza la diversión.
Uno de los temores para una mama primeriza es bañar al bebe por lo fragils que son .
Debes relajarte y en la medida de lo posible disfrutarlo ya que es buen momento para que el bebé y los padres se conozcan, al tocarse y mirarse.
Por ello aquí te presentamos algunos trucos para que el baño de tu bebé sea una experiencia exitosa e incluso relajante.
- El mejor momento para comenzar se da a los dos o tres días luego de la caída del cordón umbilical pero tanto a la frecuencia como a la hora del baño, la deciden los padres.
- Algunos especialistas aconsejan que se realice al medio día, para evitar cambios bruscos de temperatura, pero también se puede realizar antes de comer o antes de dormir para que el niño se relaje mejor. Se recomienda hacerlo antes de comer, pues si lo hace después puede tener vómitos.
Algunas veces el bebe rechaza el baño y puede ser por varios factores, como el sentirse inseguro y desprotegido, el agua está demasiado fría o caliente o lo sumergieron con excesiva rapidez.
La forma correcta para tomar la temperatura del agua es muy sencilla consiste en tocar el agua con el codo, el no percibir ni frío ni calor indica la temperatura adecuada.
Procura que cuando lo vayas a bañar no tener las ventanas abiertas ni ventiladores cerca para que el bebé no se destemple al entrar y salir del agua.
Dos consejos que no debes pasar por alto con respecto a la seguridad para el baño:
- Jamás dejes a tu bebé sólo, ni siquiera por un segundo. Si suena el teléfono o alguien toca a la puerta, ignóralos y termina el baño. Los accidentes pueden ocurrir rápidamente.
- Siempre sostén la cabeza del bebé mientras lo bañas; un bebé cubierto de jabón puede resultar resbaladizo.
Ahora si paso a paso el proceso del baño:
1- Utiliza un recipiente pequeño con agua corriente a la temperatura indicada.
2- Coloca a tu alcance todo lo que necesitas.
3- Lávate las manos con un jabón desinfectante antes de proceder.
4- Para ubicarlo levanta su espalda y cabeza con tu brazo, luego sostén la cabecita y recargue la espalda en su antebrazo. Esta posición le dará al bebé una sensación de seguridad.
5- Para la limpieza de la cara usa únicamente agua y sécala enseguida y para los oídos no utilices hisopos.
6- Por último sécalo con una toalla limpia y suave.