La función de la hormona del crecimiento es la que determina la estatura y se produce mediante la glandula del a hipófisis que se encutra situada en el cerebro . Si esta glándula no proporciona las cantidades necesarias, es cuando el niño no crece de manera normal.
La hormona del crecimiento es un tratamiento que no puede tomarse a la ligera. El factor genético es uno de los más importantes y los papás han de tener muy clara la diferencia entre un niño de estatura baja, algo que no supone ningún tipo de problema en cuanto a salud se refiere y, por otro lado, que el pequeño sufra enfermedades como la acondroplasia o el enanismo.
Según los especialistas, la estatura media, considerada como normal y que no requiere de ningún tratamiento es de 1.60 metros en los hombres y 1,50 en las mujeres. Por debajo de estas cifras se considera una estatura irregular.
Aunque comentábamos anteriormente que el factor genético es importante, los padres no deben conformarse con esta explicación y es necesario que acudan a un especialista que se encargue de determinar las causas de esta falta de desarrollo.
Solo debe quedar claro que esta disfunción de la hipófisis, solamente tiene que ver con el desarrollo físico y nunca con el intelectual.
Los profesionales cuentan con una serie de tablas que regulan si el crecimiento del niño se está produciendo de manera normal y con éstas, además de una serie de exámenes posteriores, podrán determinar si el niño necesita tratamiento con la hormona del crecimiento.
El tratamiento es sencillo y ayudará al pequeño a que vaya completando su desarrollo de manera normal.
Existen casos en los que el tratamiento no se suspende en la edad adulta, aunque sí se baja la dosis. En cualquier caso, será el especialista el que determine el tipo de tratamiento y la cantidad de hormona del crecimiento que necesitará cada caso.
En ningún caso se debe dejar de visitar al especialista para que realice las pruebas necesarias y pueda ayudar al pequeño a crecer de forma normal.