Consejos para ayudar a estudiar a los niños en casa

Cuando los pequeños comienzan a ir a la escuela es importante establecer rutinas para que vayan adquiriendo habitos y sacar adelante sus responsabilidades escolares

Los niños de entre los seis y los siete años, comienzan con lo que realmente estudios y tareas de la escuela en casa.

Para que el niño comience a familiarizarse con esta nueva escuela y método debemos empezar a establecer una rutina de trabajo.

Debemos irles creando habitos para irlos preparando para sus etapas de estudio como vayan avanzando.

De esta manera, estableceran el mismo horario para estudiar. También lo haremos con la habitación, creando un espacio donde el niño esté cómodo y encuentre todo lo necesario para sus tareas. Recordemos que las rutinas son así: al principio son sistemáticas, pero si no las haces las echas de menos.

Estamos de acuerdo que a los niños no les gusta pasar mucho tiempo haciendo tareas por eso debemos determinar un tiempo y espacio para esta labor.

Es muy importante estar decidido a la hora de ponerse a estudiar. Hay que mentalizar al niño de que ese trabajo hay que hacerlo y siempre lo hará mejor si se hace con alegría y completa concentración.

Asimismo, es muy importante crear un plan de estudios donde se pueda ver fácilmente cuánto tiempo dedicamos a cada asignatura y cuántos descansos hacemos. Por ejemplo, a la hora de descansar la mejor opción es salir del ámbito de estudio, relajarse, comer algo o beber un vaso de leche.

Es importante que valoremos a la hora de elaborar el plan de estudios  que se debe ser realista, personal, flexible y con descansos cada 50 minutos.

También preparar el lugar donde el niño vaya a estudiar, necesitan un lugar cómodo, tranquilo y bien iluminado para poder concentrarse y desarrollar sus actividades de una manera relajada. Una habitación sin ruidos ni distracciones, donde el niño pueda tener acceso a todas las herramientas necesarias como diccionarios o mapas.
Es preferible que la luz sea natural pero, si no es posible, deberemos optar por una luz azul o blanca, siempre situada en el lado contrario al de la mano que escribe para no hacer sombras sobre el cuaderno.

Y por último, la mesa y la silla deberán estar en consonancia con su altura. Para evitar tensión en los músculos de la espalda, lo mejor es tener una silla con respaldo para mejorar la postura, pero cuidado con la comodidad porque si es demasiado blanda el niño preferirá sentarse a descansar que a estudiar.