Según una investigación reciente los bebés que viven con perros y gatos en el primer año de vida podrían ser menos susceptibles a las infecciones respiratorias, como el resfriado común.
Los niños que tienen contactos con un perro en casa estan más sanos, tienen infecciones de oído con menos frecuencia, y necesitan menos regímenes de antibióticos que los niños que no tenían contactos con perros.
Los contactos con los gatos no parecieron tener un impacto tan potente sobre la frecuencia de las infecciones en un análisis multivariado como los contactos con los perros.
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Investigaciones previas sobre las mascotas en casa han sugerido que los animales, en particular los perros, podrían proveer cierta protección contra el desarrollo del asma y las alergias. Pero otros estudios han hallado que las mascotas en casa podrían aumentar el número de infecciones respiratorias en los niños, según la información de respaldo del estudio.
En un estudio de once meses con niños que tenían mascota en casa y niños que no tenían contacto con ningún tipo de mascota arrojo en general, los niños que habían tenido cierta exposición a perros o gatos en casa estaban más sanos que los que no. Tuvieron menos semanas con tos, infecciones de oído y escurrimiento nasal, según el estudio. También necesitaron menos regímenes de antibióticos.
La exposición a los gatos también mostró un efecto protector, pero no fue tan potente como el efecto de la exposición a los perros.
Una posible explicación podría ser que los perros traen algo a casa, como tierra o suciedad, que afecta la maduración del sistema inmunitario del niño, llevando a reacciones inmunológicas más compuestas a los agentes infecciosos más adelante cuando el niño entra en contacto con virus y bacterias.
Tener mascotas podría conllevar ciertos aspectos positivos. Las mascotas podrían ofrecer cierta protección contra el desarrollo de una propensión a las infecciones o a las enfermedades atópicas.
Los padres no deben sentirse culpables de tener o de no tener una mascota cuando su hijo es pequeño. Si quiere una mascota, consiga una mascota.
No hay motivo para evitar el contacto con los animales debido al temor a infecciones, por lo menos no a infecciones respiratorias.
Si hay antecedentes familiares de alergias, es más difícil realizar recomendaciones sobre las mascotas, y que la decisión se debe tomar caso por caso.