En la mayoría de los bebes a los seis meses de edad, duermen toda la noche, y despiertan a sus madres apenas más o menos una vez por semana.
Todos tanto los bebes como los adultos pasamos por un ciclo de sueño cada hora y media a dos horas, en que se despiertan y se vuelven a dormir.
En los bebes su acto de reflejo es llorar y llamar a los padres cuando se despiertan, y esto se conoce como no dormir toda la noche,
Se realizo un estudio sobre el análisis del sueño en bebes de diferentes edades y se determino que a los 6 meses el 66 por ciento de los bebés eran “durmientes” que no se despertaban de noche o que se despertaban apenas una vez por semana.
A la misma edad, el 33 por ciento de los niños se despertaban las siete noches de la semana. Para cuando esos bebés tenían 15 meses de edad, solo se despertaban dos noches por semana. A los 24 meses, los despertares nocturnos se habían reducido a apenas una noche por semana.
Este caso se presento la mayoría del sexo masculino. Esos bebés que se consideraron como durmientes transitorios también fueron evaluados como más irritables o difíciles, era más probable que fueran amantados. Las madres de los durmientes transitorios eran más propensas a hallarse deprimidas y a tener una mayor sensibilidad materna.
Lo que se determino con este estudio es que las familias que ven que los problemas del sueño duran más allá de los 18 meses deben buscar asesoría.
Los bebés deben aprender a quedarse dormidos sin ayuda. Cuando las madres se sintonizan con los despertares nocturnos y/o si el bebé tiene el hábito de dormirse durante la lactancia, quizás no esté aprendiendo a consolarse a sí mismo, algo que es esencial para un sueño regula.
Sin embargo se necesita más investigación para explorar la relación entre la depresión de las madres y los despertares del bebé.
Lo menor que se debe hacer es animar a los padres a establecer unas rutinas cuidadosamente dirigidas para ayudar a los bebés a aprender a consolarse a sí mismos y a buscar un alivio ocasional.
El mejor consejo es poner a los bebés a dormir en un horario regular cada noche, permitiéndoles dormirse solos y resistiendo el impulso de responder de inmediato cuando se despiertan.