Los niños en algunas ocasiones son timidos algunos lo son un poco mas que otros.El hecho de que un niño sea tímido es normal, esto puede cambiar al desarrollarse.
La timidez infantil tiene diferentes grados. Existe un término medio que sin ser grave repercutirá en el desarrollo del niño sin llegar al autismo. Es importante localizar este último caso para poder tomar las medidas adecuadas y no confundirlo con una simple timidez.
Existen situaciones que ayudan a saber el grado de timidez de tu hijo. Así que antes de alarmarse y acudir rápidamente al especialista, conviene observar su comportamiento en determinadas situaciones.
Algunos niños prefieren no involucrarse en algunos asuntos, pero esta cautela no debe confundirse con algún tipo de retraimiento.
Algo distinto sería si los padres se dan cuenta que un niño que tiene más de 3 y 4 años no busca la compañía de sus compañeros de la escuela, tanto durante el tiempo de clase como en el recreo. Si tu niño prefiere jugar solo, antes que con otros compañeros,es posible que sea más tímido de lo normal.
Tambien cuando un niño sucede cuando está con personas desconocidas, con sus amigos o en lugares públicos. Muéstrale que no pasa nada por relacionarse con otras personas.
Es importante descubrir qué situaciones disparan la timidez. Hay niños que se muestran así sólo cuando están en grupo. Otros se vuelven tímidos cuando en la escuela se les pide que expliquen una lección o presenten un trabajo frente al resto de la clase. identifica las habilidades que tu hijo necesita desarrollar en las situaciones sociales que disparan su timidez.
El principal problema de la timidez del pequeño, y lo que se debe intentar que no ocurra es que ésta se convierta en un hábito. Los padres pueden ayudar a evitar esta situación.
- No se le debe forzar a interactuar con personas que no conoce o que conoce poco.
- Pídele que dé muestras de educación con las personas que se encuentra: “buenos días”, “gracias”, “por favor”, etc.
- Anímale poco a poco a que responda él mismo a las preguntas que le sean planteadas por otras personas.
- No te olvides de felicitarlo en privado cada vez que supere sus dificultades.
Su seguridad debería llegar poco a poco y serán más espontáneos. También puede invitar a uno de sus amigos para una actividad que le guste, y luego ampliar su círculo de amistades.
No se debe cambiar a un hijo, ya que no es fácil vencer la timidez. Hay que tratar de ayudarle a superar este temperamento, facilitarle su apertura social y así favorecer los inevitables contactos sociales que tendrá que establecer a lo largo de toda su vida.
No llames “tímido” a tu hijo. Algunos estudios demuestran que los niños a menudo crecen obedeciendo a las etiquetas que se les ponen. La presión de los padres puede causar al niño ansiedad y posteriormente llevarle a un empeoramiento de la timidez.
Recuerda la timidez es un rasgo de la personalidad que puede, a veces, ser un trastorno de conducta; que afecta a la autoestima del niño, causándole malestar y sufrimiento y pudiendo crearle problemas en el desarrollo social y personal.
Hay que ayudar al niño a potenciar su autoestima, y recalcar sus cualidades y aptitudes, darles amor y cariño, sin sobreprotección, y enseñarles a expresar sus sentimientos.
Como padres debemos hacer sentir al niño que es muy competente y capaz; y deben enseñarle las habilidades de las que carezcan.
El mejor modo de animar a tu hijo a vencer su timidez, según su edad, es llevándole a alcanzar sus deseos por sus propios medios. Siempre adaptándote a su nivel de independencia, le dirás que no se lo alcanzas tú, ni se lo consigues tú, sino que lo tiene que lograr él mismo.
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