Aunque no existe evidencia científica, los especialistas admiten que existe relación entre los trastornos psicológicos y la fertilidad.
El estrés afecta a la reproducción y los efectos emocionales de la infertilidad por ello te presentamos algunos consejos para superar esta ansiedad
Según estudios el 15% de los casos de infertilidad no se atribuyen a una causa médica definida. Sin causa clara, el entorno familiar y social considera que los problemas se derivande la ansiedad y el estrés que se genera en las parejas que desean un bebé y que ven cómo sus intentos se frustran cada mes.
Aunque los especialistas en psicología y en reproducción reconocen que la infertilidad y los trastornos psicológicos van a menudo de la mano, la relación todavía no es muy clara.
Los resultados de estos estudios sugieren que la infertilidad psicológica solo es responsable de un 5% de los casos de parejas con problemas de reproducción.
Las investigaciones han hallado que el estrés sí puede afectar en parte a la fertilidad, debido a la ansiedad emocional puede causar irregularidades menstruales e, incluso, amenorrea suspensión total de la regla.
El estrés interfiere en el transporte de los ovulos atraves de las trompas de Falopio y también puede alterar el fluido uterino de la sangre, lo que repercute en la fertilidad.
En el caso de los hombres, las investigaciones apuntan que los trastornos emocionales pueden afectar al volumen y la concentración de esperma.
Las parejas con problemas para concebir experimentan con frecuencia distintas alteraciones en su estado emocional estos trastornos psicológicos son evidentes, sobre todo, en las parejas que optan por iniciar un tratamiento de reproducción asistida.
Estos problemas emocionales no afectan a la fertilidad natural de la mujer o al éxito de los tratamientos. Sin embargo, el estrés y la ansiedad sí pueden desencadenar en que la pareja abandone el tratamiento si este fracasa en los primeros intentos.
El impacto emocional que la infertilidad provoca en muchas parejas puede aminorarse. Los especialistas recomiendan aceptar el problema y mantener una actitud positiva.
- No dejarse influenciar por la presión social y evitar que pueda afectar a la relación de pareja.
- Mantener la comunicación en la pareja y no guardarse las emociones. Es la única forma de resolver los problemas de forma conjunta.
- Buscar juntos información sobre los posibles tratamientos y elegir de manera conjunta la opción más adecuada para cada caso.
- No aislarse del entorno social ni obsesionarse. Las actividades lúdicas y de ocio en grupo ayudan a elevar el ánimo de la pareja.