Entre los atletas ha cobrado mucha fuerza el tomar un baño con agua fría para ayudar a reducir el dolor muscular relacionado con el ejercicio, sin embargo esto todavía no está claro si tiene efectos secundarios nocivos.
Según estudios estos baños proporcionan descanso y se asocian con una reducción significativa en el dolor muscular entre uno y cuatros días tras el ejercicio.
Sin embargo se aconseja cierta precaución ya que esto puede ser un placebo.
Seguramente hay mejores formas de reducir el dolor, como la inmisión en agua tibia, trotar ligeramente o usar medias de compresión, pero actualmente no se cuenta con datos suficientes para dar una respuesta real.
En la mayoría de los estudios no reportaron ningún efecto secundario nocivo, así que hay una falta de información sobre los riesgos potenciales de la inmersión en agua fría.
Es importante considerar que la inmersión en agua fría induce cierto shock en el cuerpo por lo que debemos asegurarnos de que las personas no hagan nada nocivo sobre todo exponerse a agua fría durante periodos largos.