Desde el año pasado hemos visto como los centimentros en los tacones de los zapatos han ido en aumento.
Estos tacones altísimos están de moda y se ven muy sexys, pero no son tan buenos para la salud.
La mayoría de los zapatos de tacos altos son puntiagudos y con punta angosta, juntan los dedos y los llevan a una posición triangular incómoda se distribuye el peso del cuerpo de manera dispareja, colocan mucho peso en la parte delantera de la planta del pie y en los dedos, causando varias lesiones.
Hay que recordar siempre que el calzado se debe adaptar a la forma del pie, y no el pie a la forma horma del zapato.
La altura de los tacones es muy importante por la presión que se siente en la planta del pie cuanto más alto es el tacón, mayor presión en la planta del pie, por lo tanto, mayor incomodidad y riesgos.
Las mujeres que usan tacones muy altos y bailan no van a sufrir lesiones de cadera. Deben coexistir factores propios de cada persona y externos, para que se desarrolle una lesión así.
Aquí aumenta la lordosis y el dolor lumbar por la alteración del centro de gravedad. Si a eso se suman los tacones, los síntomas empeorarán más. Además, hay otros riesgos por la inestabilidad del pie.
Los zapatos de tacón alto y muy puntiagudos causan muchos problemas ortopédicos, son incómodos, lastiman los dedos, los tobillos, las rodillas, las pantorillas y la espalda.
La presión del pie en la parte delantera, que provocan la mayoría de los zapatos de tacones altos, hacen que el pié esté presionado, sienta dolor y termine con juanetes, dedos en martillo y otras deformaciones.
Los zapatos altos de punta fina están entre los más dañinos para el pie y también causan daño en la columna. En el pie, pueden producir lesiones y dolor en el metatarso y dedos por exceso de carga, y en la columna dolor lumbar. Por eso, es aconsejable usarlos la menor cantidad de tiempo posible.
El calzado menos aconsejable es aquel que no proporciona al pie un apoyo en la mayor cantidad de superficie del mismo, ya que se verá sobrecargada un área pequeña en gran escala, con la consiguiente inflamación y dolor.