Nuestro organismo diariamente realiza procesos en los cuales pierde agua. En condiciones normales una persona pierde alrededor de mil cuatrocientos cincuenta mililitros de agua al día distribuidos en orina, respiración y sudor; por lo tanto, es necesario que ayudemos a nuestro cuerpo a mantener un equilibrio compensando está perdida tomando de dos a tres litros de agua diariamente.
Debemos recordar que también los alimentos sólidos nos aportan una cantidad considerable de agua, por lo que finalmente una cantidad adecuada es de seis a ocho vasos diarios.
No beber la cantidad suficiente provoca en nuestro organismo una serie de malestares como dolores de cabeza, fatiga, cambio de humor, calambres y dolores musculares; estos síntomas suelen presentarse en estados de deshidratación, pero cuando la ingesta de agua es menor a tres vasos al día por un tiempo prolongado, puede ocasionar adormecimiento de las extremidades, alteraciones de vida, dificultades para tragar, delirio, ataques cardiacos incluso la muerte.
Bebiendo las cantidades correctas hará que nuestro hígado, riñones, sistema digestivo e inmunológico cumpla muy bien con sus funciones, además de que de esta manera se lubrican las articulaciones y mejora la resistencia de los ligamentos
Se le ha atribuido también a la ingesta de una cantidad adecuada de agua, la disminución de la producción de cálculos o piedras en el riñón y la incidencia de las infecciones urinarias.
Finalmente se ha comprobado que si nuestro cuerpo está lo suficientemente hidratado, aumenta las sustancias para el control de bacterias en la boca y que se encuentran en la saliva; evitando la gingivitis (inflamación de encías), caries y otras enfermedades de la boca. Además de consumir los dos litros de agua diario, existen otras maneras de hidratar a nuestro cuerpo. Un buen ejemplo es a través de las frutas, incluyendo y aumentando el consumo diario de sandías, naranjas, uvas, peras y duraznos. Así que cómalas solas, en postres o como el ingrediente principal de una refrescante bebida. Tomar agua al levantarse, durante el transcurso del día y cada vez que se tenga sed, permitirá que todo su cuerpo funcione armónicamente, luciendo sano y brillante. Fuente: clubplaneta |