Generalmente el ritmo de vida que llevamos hoy en día no nos permite, hacer una pausa y darnos cuenta de todas las cosas bonitas que tenemos alrededor.
Siempre estamos pidiéndole a la vida o al universo o a la energía del cosmos más cosas y no nos detenemos a ver y agradecer las que nos ha dado.
Debemos aprender a dar gracias a Dios por todo lo que sucede, activa desde tu interior este inmenso Poder de Gratitud.
Con esta actitud te hace ver siempre lo positivo aún en medio de luchas, aunque no entiendas todo lo que ocurre a tu alrededor y dentro de tu mundo interior.
La Gratitud es un sentimiento agradable, a la vez que tierno, de calor, de simpatía y de deuda hacia otra persona porque esa persona nos ha tratado con una amabilidad o con una generosidad inesperada.
La actitud de agradecer nos conecta con nuestra verdadera esencia, nos permite ver el lado bueno y maravilloso que es existir.
El perdonar nuestro pasado nos conduce a un nivel más cercano a la plenitud de nuestras vidas, liberándonos de ataduras y ayudándonos a ser más fuertes y sabios mediante el auto-conocimiento.
Hoy en la noche cuando estés acostada en tu cama, dedica 5 minutos a estar en silencio, aprender a escuchar el sonido de la respiración, una vez que hayas logrado una respiración larga y relajada piensa en todo lo que vida de obsequio ese día, bueno o malo y una vez que hayas hecho un recordatorio AGRADECE por todo lo ocurrido, poco a poco abre los ojos y veras como tendrás un sueño mas reparador.
El agradecer nos permite atraer nuevas cosas positivas a nuestra vida.