Cuando decidimos comenzar una familia siempre nos elaboramos muchas preguntas y una de las más importantes es la educación, pues sabemos que esto reflejara la educación que recibió de sus padres y siempre estará la interrogante de si en verdad se está haciendo lo correcto.
Como padres, a nuestros hijos hay que educarlos con el ejemplo, con actos más que solamente con palabras.
Solamente el 10% de lo que le decimos a nuestros hijos es adquirido, mientras que el 90% de lo que observan es lo que aprenden, lo cual nos orienta a enseñar a través del ejemplo.
Si les decimos a los niños que no digan insultos, nosotros no deben decirlos, de lo contrario, se verán en la confusión de si sus papas somos mentirosos o crearan un sentimiento de injusticia.
Seguramente algunas actitudes que hacen tus niños las identificas con alguna de las tuyas o con la de su pareja, precisamente por esto, de manera inconsciente absorben los patrones de conducta de los padres, que posteriormente reflejaran sin darse cuenta.
No quiere decir que tus hijos no superaran a los padres, ellos identifican errores y tal vez prometan no cometerlos de forma consciente, pero de manera inconsciente algunas actitudes positivas o negativas observadas se les quedaran presentes.
El fungir como guía de un hogar es una responsabilidad que a veces se adquiere con el tiempo, sin embargo el tiempo que tomemos en retomar las riendas de la dirección familiar, puede que marque el futuro de tus niños.
Es una responsabilidad que hay que adoptar desde el momento que se toma la decisión de formar un hogar, esa responsabilidad implica muchas acciones y una de ellas es el ejemplo de ambos padres.