Los niños imitan muchas veces los hábitos alimenticios de sus padres, entonces si nos acostumbramos todos en familia a comer verduras y frutas tenemos una familia saludable
Además darnos el tiempo para cenar con nuestros niños estimula una buena alimentación y mejora la comunicación con los pequeños, dedicando este tiempo de calidad a escucharlos.
En un estudio se determino que los niños que cenan con sus padres comen mas porciones de frutas y verduras al día pero los niños que comían regularmente con su familia sus porciones de estos alimentos disminuían considerablemente.
Los niños que comían regularmente con sus familias cumplían con las recomendaciones de la OMS de cinco porciones de frutas y verduras al día, mientras que los que solo comían a veces con sus familias o nunca lo hacían se quedaban cortos.
Los hábitos alimentarios de los padres también tenían un impacto. Es decir los niños que ven que sus padres comen frutas y verduras a diario comerán tanto por habito como por placer los mismos alimentos.
La clave para una mejor alimentación es tener en casa siempre frutas y verduras y que los pequeños tengan acceso a ellos.
También debemos ser consientes los padres que debemos estimular a los pequeños con acompañarlos a comer por lo menos una vez al día todos juntos a la mesa para fomentar la buena alimentación y el tiempo en familia.