Los dolores abdominales agudos (cólicos) suelen ser muy frecuentes durante los primeros tres meses de vida del bebe, pero con el tiempo van desapareciendo.
Aun no se conoce el origen de los cólicos, pero se atribuyen a causas alérgicas, gastrointestinales e incluso psicológicas. Usualmente los niños manifiestan sus cólicos por medio del llanto intenso.
Para aliviarlos puedes acunar al bebe, darle paseos en coche y llevarlo en posición vertical para ayudarlo a movilizar los gases y reducir las molestias; intenta alimentarlo más seguido pero en menor cantidad, si toma por medio del biberón, vigila que el orificio del chupón sea pequeño para evitar que trague aire.
Es frecuente que el bebé presente cólicos intestinales hasta el tercer mes. Se cree que son provocado por un reflejo gastronómico, generando son dolores intensos y que pueden aparecer con la toma de alimentos o después de mamar.
Si el bebé llora en forma aguda y no se calma fácilmente, encoge las piernas o se pone colorado y excitado, es probable que esté padeciendo cólicos intestinales. Lo aconsejable en estos casos es realizarle masajes suaves en el abdomen o en la espalda; también puede colocarse una bolsita de agua tibia para aliviar la molestia.
Los cólicos pueden durar hasta dos y tres meses, inclusive prolongarse hasta el cuarto mes. Pero después el cuadro cede, no es para asustarse. Con la paciencia necesaria y los masajes adecuados, podrá el pequeño superar esta parte molesta de su primera etapa de vida.
Como norma de prevención no se debe llevar a la cama al bebe inmediatamente después de haberlo alimentado, primero asegúrate de que haya eliminado gases.
Es mas común la formación de estos con la ingesta de el ajo, cebolla, alubias, verduras y hortalizas de hojas verdes, así que procura no incluirlas en exceso en su dieta. Los baños calientes le ayudan a calmar los dolores, solo asegúrate que el agua este templada para no quemarlo.
fuente: bebe.com