La hiperatividad en los niños se trata de intensa actividad motora, es decir se mueven todo el tiempo sin que esta actividad tenga un propósito,
Van de un lado para otro, pudiendo comenzar alguna tarea, pero que abandonan rápidamente para comenzar otra, que a su vez, vuelven a dejar inacabada. Esto sucede cuando están con personas con las que no están ligados emocionalmente, pero disminuye la actividad cuando están solos.
Estos niños poseen un espíritu destructivo, son insensibles a los castigos, inquietos y nerviosos.
También son niños difíciles de educar, ya que pocas veces pueden mantener durante mucho tiempo la atención puesta en algo.
Son muy impulsivos y desobedientes, a la vez que tienen un umbral muy bajo de tolerancia a las frustraciones, con lo que insisten mucho hasta lograr lo que desean.
Sus estados de ánimos son intensos y fácilmente excitable, son lo que tienes fricciones en casa o en el colegio, por lo general son incapaces de estarse quietos en los momentos que es necesario que lo estén.
Características del niño hiperactivo
– Dificultad para resistir a la distracción.
– Dificultad para mantener la atención en una tarea larga.
– Actividad motora excesiva o inapropiada.
– Dificultad para acabar tareas ya empezadas.
– Dificultad para mantenerse sentados y/o quietos en una silla.
– Incapacidad para inhibir conductas: dicen siempre lo que piensan, no se reprimen.
– Incapacidad para aplazar las cosas gratificantes: no pueden dejar de hacer las cosas que les gusta en primer lugar y aplazan todo lo que pueden los deberes y obligaciones.
– Impulsividad cognitiva: No piensan las cosas dos veces antes de actuar, no prevén, e incluso contestan a las preguntas antes de que se formulen.
Este trastorno ya se detecta antes de los 7 años. Una cosa que hay que tener en cuenta, es que si los padres riñen exageradamente al niño hiperactivo, pueden estar fomentando un déficit de autoestima y realimentan el trastorno, ya que acabará por no esforzarse por portarse bien, pues verá que siempre acaban regañándole haga lo que haga.
El tratamiento psicoterapéutico está destinado a mejorar el ambiente familiar y escolar, para obtener una mejor integración del niño a la vez, que se le aplican técnicas de modificación de conducta.
El tratamiento cognitivo se basa en el planteamiento de la realización de tareas, donde el niño aprende a planificar sus actos y mejora su lenguaje interno.
Para la realización de cualquier tarea se le enseña a valorar primero todas las posibilidades de la misma, a concentrarse y a comprobar los resultados parciales y globales una vez finalizada.