Todo niño tiene la etapa de pedir una mascota y te suplica le compres un perro, gato, tortuga, loro, lagartija, rana, conejo, hámster, pez, pollito o cualquier otro animalito, ya sea porque los demás niños tienen uno o simplemente porque le fascinan los animales.
Si decides a tener una mascota, deberás tomar en cuenta varias cosas:
No es un objeto: La primera lección para padres e hijos: una mascota no es un juguete, sino un integrante más de la familia. Tener un animalito en casa significa hacerse responsable de su vida y darle todos los cuidados, atenciones y amor.
Requiere tiempo, dinero y esfuerzo: Si no estás dispuesta a invertir todo esto en la mascota, más vale que lo pienses otra vez. Seguramente desde el aparador de la tienda de animales ese perro se ve adorable, pero su mantenimiento será costoso, necesitará cuidados especiales, exigirá condiciones ambientales y de seguridad. No basta con comprar al animalito, hay que garantizarle un medio óptimo para vivir e interactuar con tu hijo.
Para quién es: Ten muy claro para quién es la mascota. Un perro no será una mascota para tu bebe de seis meses, sino un vigilante o acompañante para ti. Si eres tú quien desea un animalito doméstico, no digas que es para tu hijo.
Debe ser de acuerdo a su edad: Piensa un poco si es el momento oportuno para que tu hijo tenga una mascota. Un pequeño de cuatro años no puede hacerse cargo de un San Bernardo, quizá haya que esperar unos años más. De esa forma, tu hijo y su mascota disfrutarán más su relación.
Tu hijo debe cuidarla: Pon las cosas en claro con tu hijo, él es el propietario de la mascota y no tú, y eso implica responsabilidades. Sé firme para que mantenga el compromiso de estar pendiente de ella, darle de comer y asearla, así como del calendario de visitas al veterinario. Una mascota es ideal para que un niño aprenda a asumir responsabilidades y a dar afecto.
Quizá no es doméstica: No compres animales exóticos, por muy baratos que te los ofrezcan o muy bellos que sean. Esos animales son arrancados de su hábitat y pueden morir en una casa común, por espaciosa que sea. Además, muchas de esas especies salvajes están protegidas por leyes internacionales y te puedes meter