En la actualidad muchos niños y niñas son calificados como hiperactivos por el sólo hecho de ser inquietos
Sin embargo debemos de llevar con sus pediatras para que se les valore correctawmente, porque el confundir los síntomas o señales puede ser peligroso tanto para los que no lo son, como para los que sí tienen un problema de hiperactividad.
Y es que los niños y niñas hiperactivos se caracterizan por tener un comportamiento inmaduro e inapropiado para su edad, son muy traviesos, a veces violentos y agresivos y con frecuencia mienten y toman lo que no les pertenece.
En su mayoria tienen problemas de aprendizaje y bajo rendimiento escolar, ya que les cuesta mucho trabajo poner atención y memorizar. No diferencian bien las letras de las líneas y tienen poca capacidad para comprender lo que se les enseña.
Sus principales deficiencias están en la lectura, escritura y las operaciones básicas de matemáticas. En general no pueden dibujar y tienen mala letra y ortografía. Al leer omiten palabras, sílabas y hasta renglones o párrafos enteros. No comprenden lo que leen y aunque pueden identificar letras, no saben pronunciarlas correctamente.
Tienen dificultad para controlar su conducta en presencia de los demás y aunque no todos tienen las mismas características, existen algunas que son comunes como:
– Una excesiva actividad motora, que los lleva a estar en continuo movimiento, corren, saltan, realizan actividades peligrosas, no quieren ir tomados de la mano y la inquietud se refleja en los movimientos incontrolados de manos y pies y el no poder estar sentados por algún tiempo en sitios en donde deben estar quietos.
– La distracción, la falta de atención, el desorden, la falta de organización, el cometer los mismos errores en las actividades que realizan continuamente, el evitar situaciones que impliquen un esfuerzo mental o un compromiso son otros síntomas de la hiperactividad.
– Son muy impulsivos en la realización de actividades, sin pensar en las consecuencias o peligros que conlleven. Hablan de forma excesiva, responden o interrumpen antes de que termine la otra persona de hablar y se desesperan para esperar su turno.
– La desobediencia, hace que tengan problemas en la educación sobre todo en lo relacionado con hábitos de higiene y formas de comunicación adecuada.
– La desestabilidad emocional ya que tienen una autoestima muy baja, son bruscos y no aceptan perder ni asumen sus errores y fracasos, lo que les provoca muchos problemas en sus relaciones sociales.
Las Investigaciones recientes permiten sostener que el niño hiperactivo tiene un problema de temperamento que se manifiesta desde el nacimiento.