La experiencia de tener un nuevo integrante en la familia trae consigo un fin de experiencia nuevas que vivir con él y una de las experiencias es la llegada de los primeros dientes y esto es entre los seis y ocho meses de vida comienzan a salir, y de su correcto cuidado dependerá el futuro de la sonrisa de tu pequeño.
La dentición del bebé suele ser una época difícil, pues ésta va acompañada, entre otros síntomas, de una inflamación de las encías, un aumento de la salivación y del babeo, un estado de irritabilidad, fiebre, problemas de sueño, falta de apetito, llanto intermitente, secreciones abundantes y de olor fuerte.
Según estudios se ha detectado que la etapa de la dentición suele provocar en el bebé una situación de estrés que afecta a sus defensas.
Recuérdese que un diente puede tardar dos meses en salir del todo, lo cual puede resultar muy doloroso para el bebé que sufrirá. En esta fase los pediatras recomiendan para el alivio del dolor natal, las mordedoras a baja temperatura, siempre preparados en el congelador para tal fin, los anillos de dentición o pañitos impregnados de agua helada.
Otra opción para aliviar un poco los síntomas se ha encontrado en los chochitos homeopáticos, para la dentición, bolas diminutas que se introducen en la boca del bebé y se disuelven en pocos minutos, y los geles orales, pero sin abusar de ellos.
Si existen un poco de irritación o fiebre se administrar analgésicos, pero jamás debe administrársele al niño aspirinas ya que corre el riesgo de sufrir el síndrome de Reye, un trastorno grave.
Las asociaciones de profesionales de la Odontología aconsejan, incluso, que los padres lleven a los bebés al dentista cuando empiece la dentición temporal para poder realizar una prevención eficaz y orientarles con algunos consejos sobre la alimentación.
Algunas de las recomendaciones de los profesionales para la prevención de las enfermedades destaca la limpieza bucal en los bebés mediante gasas humedecidas, tanto en las encías como en la lengua, una minuciosa utilización del cepillo dental tras cada comida, y el uso de enjuagues bucales especiales para niños de corta edad, cuya prescripción debe ser realizada por un odontólogo.
A pesar de las advertencias de las autoridades sanitarias sobre el capítulo bucodental en la infancia, sólo el 7% de los dientes de leche dañados de los niños recibe la atención médica necesaria, según un estudio divulgado por el Consejo General de Dentistas.
Los expertos consideran que no se presta la importancia adecuada a los dientes de leche, que deben cuidarse y limpiarse desde el momento en el que salen, ya que un niño con dentición temporal enferma tiene un 90% de posibilidades de tener problemas de caries en los dientes permanentes, en un futuro.
fuente: bebeguia