Ingredientes:
- 16 laminas de lasaña
- Medio kilo de espinacas congeladas
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 100 gramos de tocino
- Medio litro bechamel
- 2 cucharas de queso rallado
Preparación:
Mientras se hacen las placas de lasaña según las instrucciones del envase, pon las espinacas sin descongelar en un recipiente con un dedo de agua y cuécelas durante 8 minutos. Después, escúrrelas bien y pícalas lo máximo posible sobre la tabla de cortar. Picar también el tocino y sofríela en una sartén a fuego suave con las dos cucharadas de aceite. Tras un par de minutos, cuando esté dorada, se añaden las espinacas y ocho cucharadas de salsa bechamel a la sartén, se mezcla bien y se deja 5 minutos más. Salpimentar al gusto.
Cubre con bechamel el fondo de una fuente de horno, coloca una capa de pasta y sobre ella un tercio de las espinacas. Repite la operación otras dos veces y termina con una capa de pasta. Por último, cúbrelo con la bechamel sobrante, espolvorea el queso rallado y mételo cinco minutos al horno precalentado a 160 grados, gratinando luego otros cinco minutos (o hasta que se dore el queso rallado).
Bechamel es el nombre de la salsa blanca. Se hace con leche, harina, mantequilla, sal pimienta y nuez moscada. Se usa para innumerables platos como lasaña, canelones, etc.