Ingredientes:
- 4 papas medianas
- 4 chiles poblanos
- 3 cucharadas soperas de manteca o de aceite vegetal
- 1 cebolla
- sal al gusto
- queso fresco o crema (opcional
Preparación:
- Lava bien las papas y colócalas, aún enteras, en una cacerola tapadas con agua fría. Hiérvelas hasta que estén los suficientemente cocidas para que se traspasen fácilmente con un tenedor (de 20 a 30 minutos, típicamente), pero cuida de que no se cuezan demasiado.
- Lava y escurre bien los chiles. Asalos prende el quemador y coloca uno o dos chiles directamente en la flama, apoyándolos sobre la parrillita metal del quemador. Permite que la capa exterior del chile se vaya quemando y que le salgan “ampollas.” Dale vuelta a los chiles hasta que se hayan asado por todos lados.
- Coloca los chiles ya asados en una bolsa de plástico y permite que “suden” hasta enfriarse lo suficiente para ser manejados.
- Con los dedos, quita y descarta la cáscara exterior de los chiles, al igual que las semillas, las venas gruesas y los tallos. Es buena idea usar guantes de hule para hacer este paso, para evitar quemarse con los chiles en el caso de que éstos sean muy picantes. Corta lo que queda de los chiles en tiras de entre medio centímetro y un centímetro.
- Rebana la cebolla y corta las rebanadas a la mitad para formar media lunas.
- Cuando estén cocidas las papas, sácalas del agua y, debajo del chorro de agua fría para que no te quemes las manos, pélalas. Descarta la cáscara. Corta las papas en cuadritos de aproximadamente dos centímetros cuadrados.
- En una sartén grande calienta el aceite. Echa la cebolla y fríela hasta que se empiece a poner transparante, moviéndola frecuentemente para que no se dore ni se queme.
- Agrega las papas y sigue friendo durante unos 15 minutos, moviendo todo con mucho cuidado con una pala de madera de vez en cuando y permitiendo que las papas se doren un poco.
- Añade las rajas de chile poblano y la sal y fríe otros 5 minutos.
- Sirve tus papas con rajas para acompañar una carne asada o utilízalas como relleno para tacos. Esparce encima un poco de queso fresco rallado o crema, si lo deseas. Guarda las sobrantes en el refrigerador; son exquisitas recalentadas.