Ingredientes:
- 2 piezas de pollo pierna, muslo, etc.
- 1 litro de agua para cocer
- 1 taza de salsa verde
- aprox. 25 hojas secas de maíz para tamal
- 4 litros de agua para remojar
- 2 tazas de masa harina*
- 1 cucharadita de polvo para hornear “royal”
- 1/2 cucharadita de sal
- 2/3 de taza de manteca de cerdo al tiempo
Prepara el pollo, la salsa y las hojas
- Cuece el pollo en el litro de agua durante aproximadamente media hora hasta que el pollo esté suave. Saca el pollo del agua y, cuando ya se haya enfriado lo suficiente para manejarlo, desmenúzalo con las manos. Descarta la piel y los huesos, pero conserva el agua en el cual se coció el pollo.
Mientras cuece el pollo, prepara la receta de salsa verde - Calienta los 4 litros de agua hasta el punto de ebullición; luego apaga el calor. Coloca las hojas secas de maíz en un recipiente grande y sobre ellas vierte el agua caliente. Tapa el recipiente y permite que las hojas se remojen hasta quedar suaves — una media hora o más.
Prepara la masa
Coloca la manteca en un recipiente chico y bátela con una cuchara de madera o una espátula de hule hasta que esté cremosa.
- En un recipiente mediano, combina la masa harina, el polvo para hornear y la sal. Agrega dos tazas del agua en la cual se coció el pollo. Con la mano, revuelve todo hasta logra una masa homogénea y pastosa.
- Agrega la manteca a la mezcla de harina y bate con una cuchara de madera durante un buen rato (al menos 15 minutos) hasta que la masa tenga una apariencia un poco esponjadita. Es bueno si se cuenta con un par de ayudantes para que se turnen en esta tarea del batido de la masa.
Arma y cuece los tamales
Escurre bien las hojas que han estado remojando.
- Escoje dos de las hojas más largas y con los dedos córtalas en tiras por lo largo de tal forma que se produzcan “hilos” de aproximadamente medio centímetro de ancho. Estas tiras las usarás para amarrar los “paquetitos” que se van armando con las hojas.
- Toma en una mano una hoja de maíz. Con la otra mano agarra con una cuchara un poco de la masa y colócala sobre la hoja. Con la parte de atrás de la cuchara presiona para que quede un hueco en la bola de masa. Coloca unos pedacitos de pollo y una cucharada de salsa verde en el hueco. Manipula la masa de tal forma de que quede cerrado el hueco. Enrolla la hoja alrededor de la masa y envuelve todo en otra hoja. Utilizando dos o tres de las tiras que hiciste en el paso anterior, amarra bien el “paquetito.” Otra opción sería envolver la masa en papel aluminio; no es el método mexicano, pero funciona bien si escasaran las hojas de maíz) Repite este proceso hasta que hayas usado toda la masa.
- Coloca tus tamales con cuidado en una vaporera con agua. ¿No tienes vaporera? No te preocupes; se puede utlizar una olla grande. Con papel alumnio forma cuatro o cinco bolitas de unos tres centímetros de diámetro. Colócalas dentro de la olla. Encima coloca un plato (de cerámica o de vidrio — algo que aguante el calor) de tal manera que quede el plato descansando sobre las bolitas de aluminio. Llena la olla con agua hasta el nivel del plato. Coloca los tamales adentro, encima del plato y dejando un poquito de espacio entre cada uno para que circule el vapor.
- Tapa bien la olla, colócala sobre el quemador de la estufa y cuece los tamales a fuego mediano durante una hora, revisando de vez en cuando que sigue habiendo agua en la olla. (De ser necesario agregar agua, asegúrate de utilizar agua hirviendo para mantener el vapor caliente.) Al cabo de ese tiempo saca un tamal de la olla y con mucho cuidado desenvuélvelo para checar si está cocido. Si no, regrésalo a la olla, vuélvelo a tapar y sigue cociendo otra media hora. Repite hasta que estén cocidos los tamales. Tomará entre una y dos horas, dependiendo de varios factores.
- Cuando estén cocidos tus tamales, déjalos reposar dentro de la misma olla hasta que se enfríen lo suficiente para ser manejables. Disfrútalos de inmediato o guárdalos en el refrigerador para después.