El proceso de crecimiento y desarrollo de tu bebé se vuelve más lento de ahora en adelante en comparación a semanas anteriores. Su corazón y sistema circulatorio están prácticamente desarrollados.
Es sensible al tacto y así va creciendo su capacidad de responder a estímulos.
Ya puede flexionar sus extremidades y separar los deditos, sobre todo, los de las manos. Esto es una señal de que interactúa con el ambiente que le rodea.
El bebé empezará a tener un pelito muy fino en la cabeza. Aunque parezca increíble, comienza a percibir la luz. Asimismo, realiza algunos movimientos con su tórax que son precursores del ejercicio para respirar.
También puede sostener erguida la cabeza y el desarrollo de los músculos faciales ya le permite realizar una variedad de expresiones, como fruncir el ceño.
A partir de este semana tu medico puede pedirte que te realices la prueba triple que sirve para medir los niveles de alfa-fetoproteina. Con ella se puede indicar si el bebe corre riesgo de tener defectos en el tubo renal (no indica si los tiene o no), como espina bífida o anormalidades en los cromosomas, como el síndrome de Down.
De cada mil mujeres que se hacen la prueba, sólo 50 obtienen resultados anormales, pero sólo una o dos mujeres tiene bebés con problemas.
A partir de esta semana se pueden detectar anormalidades en el corazón del bebé a través de un ultrasonido.