En esta semana muy probablemente tu ombligo se haya salido. La falta de aire por el constante crecimiento de tu bebé es normal también. La sustancia cremosa que protege a tu bebé del líquido amniótico (vernix) se hace más espesa. Por el contrario, los bellos que cubrían su cuerpecito (lanugo) han prácticamente desaparecido.
Asimismo, tus músculos abdominales se están extendiendo, el tamaño de tu útero presiona algunos nervios, y producto de las hormonas, tus ligamentos se dilatan. Este conjunto de acontecimientos produce molestias y dolencias en tu trasero y caderas. No obstante, si el dolor es muy persistente, y percibes cierto hormigueo, es mejor que llames a tu doctor.
En esta etapa te cansarás más al subir una escalera o caminar tramos muy largos, ya que has aumentado considerablemente de peso. Es necesario que descanses cuando te sientas demasiado débil, pues tu cuerpo no es el mismo de antes.
Tu bebe pesa entre 1.8 a 2 kilos y mide entre 38 y 43 centimentros . Su apariencia ya se asemeja a la que tendrá al nacer, solamente requiere estar un poco más robusto antes de venir al mundo. Sin embargo, su piel es más gruesa, y si naciera ahora sus probabilidades de vida serían de un 85 por ciento.
En esta semana su cerebro no se diferencia tanto del que tendrá al nacer. Aunque antes se precisaba que el desarrollo mental comenzaba al nacer, hoy se cree que los bebés ya piensan estando en el útero, y que además pueden memorizar ciertas cosas. En este período tu hijo será capaz de idear su primer recuerdo.
Sus uñas están casi formadas, por lo que, aunque suene increíble, tendrás que cortárselas al poco tiempo de venir al mundo Algunos bebés ya poseen cabello en esta fase, pero en otros casos, sólo tienen un vello muy fino.
Aunque su tamaño ya colma el espacio de tu útero, esto no significa que su actividad deba disminuir. Los bebes no bajan su dinamismo con el pasar de las semanas, y si esto ocurre es necesario que acudas inmediatamente a tu doctor.