Ser mamá es una de las bendiciones más hermosas que hay en la vida además de que trae grandes satisfacciones, al igual que enormes retos, y además debemos cuidar de nosotras mismas en medio de tanta responsabilidad.
Después de haber pasado los nueve meses de tu primer embarazo dedicada a ti, es normal dedicarte al 100% al bebe. No debes olvidarte de tus propios cuidados, porque de lo contrario en poco tiempo podrías caer en la tristeza post-parto.
Para eso debes optimizar tu tiempo. Procura no descuidar tus rutinas de belleza e higiene, y para ello, acostúmbrate a incorporar los cuidados a tus quehaceres diarios. Duerme cuando duerma el bebé, depílate en la ducha y aprende trucos rápidos de maquillaje que hagan que parezca que en realidad has dormido.
Debes darte un tiempo para hacer algo de ejercicio es la mejor manera de mejorar tu humor y recuperar la silueta. Evita ponerte metas imposibles, e incorpora el deporte a tu vida diaria. Es mejor que camines veinte minutos cada día
Debes seguir conviviendo con tus amigas aun cuando tengas a tu bebé, Hablar y reunirte con otras mujeres, tengan hijos o no, es muy saludable para ti y también para tus hijos, porque tú te sentirás mejor y tendrás más paciencia con ellos.
La relación de pareja a menudo sufre cuando vienen los hijos y puede incluso resultar en desunión. No te asustes, porque no es inevitable. Si le comunicas a tu esposo o a tu novio lo que necesitas y esperas de él, es mucho más probable que lo consigas y no intentes hacerlo todo sola.
Una madre no es, ni debe ser, una súper mujer. Si renuncias a tener una casa impoluta, reconoces que no eres perfecta y te relajas con respecto a la maternidad, serás mucho más feliz, disfruta de la maternidad y trata de siempre ver la cosas con humor para sobreponerte a los momentos abrumadores.