Reconciliacion con tu pareja momento de hacer acuerdos

Por: Ale Luna

Vivimos todos a lo largo de nuestra vida en común ese momento “El enfado”, que puede venir de la razón más tonta, del estilo de: “cariño gastas demasiado” o por motivos un tanto más serios como: “ya casi no te veo, nunca estás en casa”.

Las reconciliaciones no siempre son iguales, eso hay que tenerlo claro. A veces necesitamos esa reconciliación que habla del perdón, habla del dolor provocado por las palabras dichas por el otro, por los reproches o por los despechos silenciosos. Son enfados donde el rencor es el protagonista de la discusión, donde nosotras sacamos esas listas de reclamos que almacenamos, llenas de “porque tú nunca haces…”, “porque yo siempre…”. En donde en muchas ocasiones, tan solo callamos, miramos y nos metemos en nuestro propio mundo y contestamos con nuestro silencio.

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En ciertas ocasiones necesitamos esas reconciliaciones más intensas, esas que hablan de deseo, de pasión, en donde los besos y las caricias se vuelven más intensas, donde nos dejamos llevar por ese impulso sensual que guardamos. Son entregas fogosas y donde entra en juego nuestra complicidad más íntima como pareja. Es aquí donde toma lugar ese deseo de querer, de abrazar, de besar, de demostrar nuestro amor uniendo nuestros cuerpos hasta convertirnos en una con nuestra pareja.

En muchas ocasiones, esa reconciliación se queda en la cama. Solo vemos la parte de una entrega física. No pensamos en lo emocional, en los sentimientos expuestos, no pensamos en el dolor ahogado en nuestros pechos.

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Una reconciliación, va mucho más allá que sellar el enfado con una noche de sexo. Implica aceptar las heridas dejadas en nuestra pareja por culpa de la soberbia y del orgullo. Significa, pedir perdón, significa decir que nos amamos, que lo sentimos, que nos entregamos a ellos porque los queremos, porque los deseamos. Significa que nos entregamos porque el amor ahí sigue, porque nos elegimos mutuamente para pasar el resto de nuestra vida amándonos.

La reconciliación, en muchas ocasiones, es la respuesta para volver a levantarnos juntos.